Se dice que las aves, cuanto más pequeñas, más sabrosas. Y las perdices son todo hueso pero están deliciosas… así que, ¿qué mejor que ser un poco vagos y comérnoslas en forma de croquetas?. Todo el sabor y nada de trabajo (salvo el que las hace, claro :D)
Ingredients
1 lata de perdiz escabechada (unos 200-250g netos de carne)
50g de mantequilla
3 cucharadas de harina
1/2 litro de leche
1 huevo
100g de pan rallado
Instructions
Deshuesa con paciencia la perdiz escabechada y con las manos deshazla en trozos pequeños (no la pases por la picadora porque los tropezones son la «seña de autenticidad» de las croquetas).
Prepara una bechamel suave: pon la mantequilla a dorar en una sartén y cuando esté derretida añade la harina, removiendo constántemente hasta que se haga una bola. Y a partir de ahí, a fuego medio ve añadiendo leche poco a poco sin dejar de remover (el truco real de la bechamel: no parar de remover).
Cuando la bechamel esté lista (que no te quede ni líquida ni un engrudo: algo intermedio) añade la perdiz y deja enfriar. Mete en la nevera durante al menos 3-4h y prueba a ver si puedes hacer croquetas con la masa. Si no puedes porque están muy líquidas, el truco es meter la mezcla en el congelador 30-45min, hasta que puedas trabajar con ellas.
Pasa las croquetas por huevo y pan rallado (con cuidado, es mejor un poco más de congelador que hacer un doble empanado), y freímos en aceite de girasol.